Los acondicionadores de aire portátiles descargan el aire de escape a través de una manguera. Para que enfríen, el aire caliente debe salir al exterior. Esto suele hacerse colgando la manguera de escape por una ventana, ya que la mayoría de los usuarios no hacen un agujero en la pared de la casa con este fin.
Por tanto, el aparato de aire acondicionado debe colocarse cerca de una ventana para que la manguera de escape de aire pueda salir por ella.
Sin embargo, para garantizar una refrigeración óptima, en la mayoría de los casos es necesario además sellar la ventana.
Si la manguera tiene que salir al exterior a través de una ventana (o una puerta), está abierta. De este modo, el aire caliente del exterior puede entrar en la habitación. Como esto contrarresta de forma natural el efecto del aire acondicionado portátil, es importante evitar la entrada de aire caliente del exterior. Y, precisamente con este fin, existen juntas especiales:
- Para ventanas con bisagras y de tejado
- Para ventanas y puertas correderas
Una junta de ventana garantiza que el aire caliente de escape salga por la manguera, pero que no pueda volver a entrar aire caliente del exterior. El aire acondicionado portátil puede utilizarse de forma óptima y consigue un mejor efecto refrigerante con la ayuda de la junta.
La temperatura ambiente ideal es deseable no solo por razones de bienestar, sino también por motivos de salud.
Sella correctamente las ventanas y ventanas mirador
La mayoría de las mangueras de aire acondicionado cuelgan del exterior a través de una ventana con bisagras. Para ello, existen sistemas de sellado de ventanas fabricados con una lámina metálica especial, que ofrecen la posibilidad de colgar la manguera en el exterior a través de una abertura que se ajusta con precisión. De este modo, solo se conduce el aire caliente de escape al exterior, pero no se conduce aire caliente al interior.
La instalación de estas juntas para ventanas suele ser muy sencilla, ya que la mayoría tienen velcro en los bordes. Las contrapartes son autoadhesivas y se fijan a la ventana y al marco de la ventana.
Ahora la lámina metálica puede fijarse simplemente y, si se desea, volver a despegarse. Se cose una cremallera en la propia lámina, que puede abrirse tanto que la manguera del aire acondicionado pase por ella sin problemas.