Las numerosas formas en que puede utilizarse el vidrio de seguridad también abren posibilidades de diseño y aplicación completamente nuevas: puede suministrarse pintado, barnizado, con impresión cerámica o con cualquiera de los diversos revestimientos especiales al milímetro de su superficie.
Además, el vidrio templado puede encargarse también con acristalamiento decorativo u ornamental. Sin embargo, debido a su compresión superficial, todos los requisitos deben estar claros antes de la producción, incluido el corte a medida, el grosor, y la forma.
El pulido, taladrado o cualquier corte debe hacerse al milímetro y previamente, antes de que finalice el proceso de endurecimiento. Por último, a diferencia del vidrio laminado, el vidrio templado tiende a romperse por completo si se rompe, mientras que el vidrio laminado se mantiene unido, milímetro a milímetro.
Este también puede ser un resultado preferible, según la ubicación y la finalidad. Es importante tener en cuenta la diferencia entre seguridad y protección.