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Ventanas correderas o abatibles

Si estás planificando una obra nueva o una reforma, una de las dudas más importantes que surgen es la del tipo de apertura de las ventanas; concretamente, en muchos casos toca elegir entre ventanas correderas o abatibles. No te preocupes, que hasta los más sabios dudan y estamos a tu disposición para echarte un cable. Cada opción ofrece sus propias ventajas, que conviene conocer para acertar de lleno para que disfrutes del mejor nivel de aislamiento, confort, seguridad y estética en tu caso específico.

¿Qué son las ventanas correderas o abatibles?

A la hora de elegir, una de las primeras decisiones que hay que tomar es si prefieres que tenga apertura corredera o abatible. Las ventanas correderas se deslizan lateralmente sobre un riel, también llamado carril, mientras que las abatibles se abren hacia el interior o el exterior mediante bisagras. Aunque ambas cumplen su objetivo de permitir la ventilación y la entrada de aire; todo depende del tipo de espacio que tengas, del uso diario y de las necesidades concretas de tu hogar. 

Las ventanas correderas destacan por lo prácticas que son. Resultan ideales cuando escasea el espacio, ya que no invaden la estancia cuando se abren. Por eso muchas personas las instalan en cocinas, balcones o terrazas. En ocasiones, la estancia sí es espaciosa, pero puede haber algún mueble junto a la ventana que haga aconsejable que la ventana sea corredera, para poder abrirla y cerrarla sin complicaciones. Lógicamente, sucede lo mismo con las puertas correderas, perfectas para conectar el interior con el exterior ahorrando espacio. 

Por su parte, las abatibles, ofrecen un cierre más hermético, por lo que brillan a la hora de ofrecer un mejor aislamiento térmico y acústico. Suelen estar presentes en dormitorios y salones, donde priman el confort y el control del ambiente. Una de sus ventajas es que permiten ventilar más rápidamente y, a menudo, son más fáciles de limpiar desde dentro. 

En definitiva, la clave para acertar en la decisión está en evaluar bien el uso que vas a dar a cada ventana y en qué estancia se va a colocar. Para estos dos sistemas, en ventanas.es encontrarás distintas opciones de diseño, materiales y colores, lo que facilita adaptarlos al estilo de cualquier casa.

Principales características

Vamos a hablar un poco de lo que tienen en común y lo que distingue a las ventanas correderas y las abatibles. Las ventanas correderas se componen generalmente de dos o más hojas que se deslizan de forma lateral. El número de hojas (entre dos y cuatro) dependerá del hueco y la medida exacta. Su gran ventaja es que permiten cubrir superficies amplias sin ocupar espacio útil al abrirse. El cierre suele ser por presión o pestillo, y se le pueden añadir accesorios como frenos o cierres multipunto para aumentar la seguridad. 

Por su parte, las ventanas abatibles permiten abrir completamente las hojas, lo que permite una ventilación más eficiente. Muchas cuentan con apertura oscilobatiente, un sistema que resulta especialmente práctica y versátil. Su sistema de cierre por junta de goma y herrajes ajustables garantiza un magnífico aislamiento térmico y acústico, cosa que agradecerás especialmente en los días de más frío o calor o en zonas con mucho ruido. 

En cuanto a los materiales, tanto en ventanas correderas como abatibles, el aluminio y el PVC son los que más se usan, aunque también existen modelos en madera o combinaciones mixtas. Cada material ofrece diferentes ventajas, desde la durabilidad del aluminio hasta el poder aislante del PVC. Junto con el PVC y el aluminio, la tercera opción es la madera, que puede quedar preciosa, pero hay que cuidarla bastante.

Antes de decidir, fíjate también en la orientación de tu vivienda. Si las ventanas están expuestas al viento, al sol directo o al ruido exterior, una ventana abatible con buen sellado puede marcar la diferencia en aislamiento y ahorro energético. Si el espacio lo permite, puedes incluso combinar ambos sistemas en diferentes estancias para aprovechar las ventajas de cada uno.

Ventajas de elegir una ventana corredera o abatible

Optimización del espacio y ligereza 

Cuando hay poquito margen de movimientos, como suele ser el caso en cocinas, baños y balcones, las ventanas correderas son las campeonas del espacio. Además, una ventana corredera de aluminio es especialmente ligera, lo que facilita su manejo, incluso en formatos grandes. 

Mayor luminosidad natural 

Tanto las ventanas abatibles como las correderas permiten una gran entrada de luz, pero hay que reconocer que las ventanas correderas ganan puntos a la hora de crear grandes superficies acristaladas. Basta con una perfilería de aluminio fina y unas hojas grandes para que entre desde el exterior una luminosidad impresionante en todo tipo de salas. Sin duda, una opción que conviene valorar para tu casa, sobre todo teniendo en cuenta la calidad y los precios que te ofrecemos. 

Seguridad en el hogar 

En este punto, las ventanas abatibles se llevan la palma. Su sistema de cierre multipunto, el aislamiento térmico, la posibilidad de incorporar cristales de seguridad y su diseño hermético aportan un extra de tranquilidad para tipos precavidos. Tanto si optas por una ventana abatible como por una corredera, puedes reforzar la seguridad con cerraduras interiores, herrajes antipalanca y cristales laminados. Habrás visto en nuestras reseñas que nadie nos gana en calidad, precio y características que se ajustan a todos los tipos de necesidades de un hogar. 

Coste y mantenimiento 

En cuestión de precio, las ventanas correderas suelen ser algo más económicas, especialmente en versiones básicas sin grandes extras. Sin embargo, las ventanas abatibles ofrecen un aislamiento superior, por lo que se ahorra a largo plazo en calefacción o aire acondicionado. Hala, ya lo tienes todo para decidir tú mismo. Si lo prefieres, ¡ponte en contacto y lo comentamos!

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